Brasil
Infancia. Trabajo Infantil
Organismos que trabajan en conjunto: Gobierno de Brasil y OIT
En los años 90, la OIT (Organización Internacional del Trabajo) lanzó una investigación sobre la magnitud del trabajo infantil en más de 220 países, la cual mostró que la razón principal de la carencia de estadísticas, se debía a la falta de una metodología apropiada de encuesta.
En consecuencia, se diseñaron métodos especiales para la medición del trabajo infantil, como ser el Programa de Información, Estadística y de Seguimiento en Materia de Trabajo Infantil (SIMPOC), con el fin de fortalecer el desarrollo de metodologías, específicas que permitan medir el trabajo infantil. El SIMPOC ha diseñado indicadores en trabajo infantil que permiten realizar estudios de monitoreo y evaluación de impacto, al tiempo que ayudan a medir la magnitud, distribución, causas, y consecuencias de trabajo infantil, a través de la generación de información cuantitativa y cualitativa sobre trabajo infantil en todas sus formas
El gran desafío para el SIMPOC es proveer información actualizada sobre formas extremas de trabajo infantil para hacer frente a los diversos tratados y convenios firmados por los países.
El compromiso entre los Estados y la OIT fue afianzado, a partir del año 2000, con acuerdos con los Ministerios de Trabajo e institutos de estadística de la mayoría de los países de América Latina.
Los objetivos primordiales del IPEC son:
-la prevención de entrada de niños en las peores formas de trabajo infantil
-la retirada y rehabilitación de aquellos que ya están insertados en estas actividades
-la protección de adolescentes trabajadores contra la explotación y la realización de actividades peligrosas.
IPEC/BRASIL:
“El Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil (IPEC) inició sus actividades en Brasil en el año de 1992 y es uno de los instrumentos de cooperación que otorga la OIT que más articuló, movilizó y legitimó las iniciativas nacionales de combate al trabajo infantil. La OIT/IPEC logró potencializar varios movimientos en el país en defensa de los derechos de los niños y adolescentes por medio de dos convenios de la OIT fundamentales: Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su erradicación, en 12/09/2000 y el Convenio núm. 138 sobre la edad mínima para admisión al trabajo o empleo, en 15/02/2002.
Con más de 100 programas de acciones financiadas por la OIT, se demostró que es posible no solamente implementar políticas integradas para retirar o proteger a los niños y adolescentes del trabajo precoz, como también diseñar acciones preventivas junto a la familia, la escuela, la comunidad y el propio niño.
El éxito del IPEC en Brasil al introducir la cuestión de la erradicación del trabajo infantil en la agenda de las políticas nacionales se traduce en mayores índices de reducción del número absoluto de trabajo formal infantil. Entretanto, la OIT/IPEC continuará cooperando con la sociedad brasilera para progresivamente retirar las 5 millones de niños y adolescentes restantes (de las 8,4 millones existentes, entre 5 a 17 años del inicio de la década del 90, de acuerdo con los datos de la Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios - PNAD 2001, del Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE).”[1]
A partir de marzo de 2008, esta estrategia comenzó a ser replicada en el Estado de Bahía, con el objetivo de hacer de Bahía el primer estado brasileño libre de trabajo infantil. Es de resaltar que, la experiencia brasileña está siendo sistematizada y difundida internacionalmente. Se pretenda que sirva como base para la cooperación con los demás Países de Lengua Portuguesa (CPLP), MERCOSUR, Comunidad Andina y del Grupo IBSA (India, Brasil y Sudáfrica).
[1] OIT. Brasil. https://www.oitbrasil.org.br/prgatv/in_focus/ipec/errad_trabin.php (Consultada el 7 de Junio de 2011). Traducción de Sara Molina